Hoy, 19 de septiembre, se cumplen 100 años del nacimiento en Recife, Brasil, del pedagogo y filósofo Paulo Freire, destacado defensor de la pedagogía crítica, conocido por su influyente trabajo “Pedagogía del oprimido”, que generalmente se considera uno de los textos fundamentales del movimiento de pedagogía crítica y su revolucionario método de enseñanza que introdujo a los analfabetos en la complejidad del conocimiento como primer paso para ensanchar el horizonte del mundo, recuperando la dignidad de la persona humana y construir la esperanza. Freire proporcionó la autonomía como fundamento pedagógico en la escuela y su preocupación por los pobres, los desheredados de la cultura, los campesinos, que le ayudaría a forjar su perspectiva educativa para la alfabetización de adultos, cuyo principio básico era “la lectura del mundo precede a la lectura de la palabra”.
Su objetivo es, incluso antes iniciar el proceso de alfabetización, llevar al educando a asumirse como sujeto de aprendizaje, como ser capaz y responsable; como también a sobrepasar la comprensión mágica de la realidad y desmitificar la cultura letrada, la cual el educando está iniciando.
Durante este proceso el estudiante va desarrollando una visión crítica que le permitirá convertirse en un agente de cambio y/o producción cultural, en oposición al modelo de reproducción cultural que impera en la escuela.
Freire consideró que la educación debe tener una visión crítica del mundo en donde vivimos, una actitud liberadora que asume el conocimiento de la realidad como un proceso de concientización mutua y comunitaria, de carácter dialóguico y creativo.
Sobre la base del diálogo es posible pensar en una nueva relación entre los docentes y sus alumnos, desde una forma de enseñanza en la que todo el proceso educativo deberá partir de la realidad que rodea a las personas.
Otra de las propuestas que realiza Freire fue la pedagogía de la pregunta basada en la creación del conocimiento a través de preguntas, donde tanto el alumno como el profesor puedan aprender de ellos y provocar un enriquecimiento recíproco.
El conocimiento parte de la curiosidad, ganas de explorar y plantear preguntas en el ámbito escolar.
Consciente del problema de analfabetismo adulto que enfrentaba su país natal, Freire dedicó gran parte de su vida a procurar que las personas aprendieran a leer y escribir con una pedagogía única seleccionando palabras generadoras o generativas de entre el vocabulario descubierto dentro del contexto cultural y el estímulo al debate entre los educandos acerca de las situaciones y problemáticas que atraviesan.
Su técnica pedagógica propone que los maestros observen cuidadosamente el universo de sus alumnos, se adapten a su propio vocabulario y los incentiven a “salir de la cultura del silencio” para reconocerse como protagonistas de su propia cultura.
Paulo Freire basó su pedagogía en una liberación del individuo a través de la educación, teniendo en cuenta el contexto económico, social, cultural e histórico de cada estudiante.
Su pensamiento pedagógico sigue vigente y se manifiesta cuando afirma que la educación “es un proceso de conocimiento, formación política, manifestación ética, búsqueda de belleza, capacitación científica, técnica y humana."
Freire es reconocido como uno de los pedagogos más influyentes de América Latina.
Promocionó una educación humanista orientada a integrar al individuo a la realidad nacional.
Es autor de numerosas obras, entre las cuales se destacan “La educación como práctica de la libertad”, “Educación y cambio”, “Pedagogía de la esperanza”, “Cartas a quien pretende enseñar”, “La educación como práctica de la libertad”, “La importancia del acto de leer”, “Hacia una pedagogía de la pregunta”, “Pedagogía del oprimido”. Esta última fue base de su propuesta educativa, definiendo a la educación como un proceso destinado a la liberación y el desarrollo de la conciencia crítica.
“La gran tarea humanista e histórica de los oprimidos: liberarse a sí mismo y liberar a los opresores”.
“Todo acto educativo es un acto político”.
Una educación igualitaria, justa e inclusiva es el legado histórico, político, reflexivo y de gran compromiso social que nos deja Paulo Freire.
Raúl Pedemonte
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