En estos días impactan los femicidios cometidos por miembros de las fuerzas represivas del Estado. Úrsula Bahillo, Mirna Palma en Formosa, Miriam Beatriz Farías en Córdoba. En esta última provincia, hace más de una semana que buscan intensamente a Ivana Módica; está detenido su ex pareja, que es piloto de las Fuerza Aérea.
Uno de cada cinco femicidios son cometidos por un agente de las fuerzas represivas. Correpi denuncia que de las 674 mujeres asesinadas por las fuerzas de seguridad desde 1996 hasta hoy, 393 fueron femicidios.
Es decir que más de la mitad de esos crímenes ocurrieron en situaciones de violencia machista y patriarcal. Pero es más grave aún si consideramos que el 90% de esos casos son ejecutados con el arma reglamentaria y fuera del horario de ejercicio de sus funciones.
No importa la gravedad de la denuncia que pese sobre ellos, se los protege, se los pasa a “carpeta psiquiátrica”, se los traslada de localidad, siempre se los preserva. Mientras, en muchas jurisdicciones se mantiene al personal policial recibiendo las denuncias sobre violencia de género o se crean “Comisarías de la Mujer”, pero igualmente es personal policial el que las recibe, repitiendo la lógica de protección e impunidad.
Esto no va más, tenemos que salir a la calle, denunciar esta situación y saber que la policía es parte del problema, no la solución. Esta grave situación no se arregla con cursos (ya se le han dado cursos en derechos humanos y siguen adelante con el gatillo fácil), y tampoco con más presupuesto: así solo incrementarán su violento poder.
El crimen de Úrsula volvió a demostrar que no vamos a terminar con los femicidios de la mano de las fuerzas represivas del Estado capitalista, cuya función es sostener un régimen social sustentado en la explotación de la clase trabajadora y en la opresión patriarcal. No hay otra. Tenemos que organizarnos y movilizarnos. Y como parte de la lucha por terminar con este sistema tenemos que pelear por un conjunto de medidas de emergencia para que no nos sigan matando y poder decir bien fuerte #NiUnaMenos.
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