Marcos Ana y Luis Alberto Quesada.
“Ni un muerto, ni mil muertos,
ni todos los muertos del mundo
me pueden devolver a mí estos trozos de mi vida
que yo he dejado en los patios y en las celdas de las cárceles.
Lo único que me podría recompensar un poco
es ver triunfantes los ideales por los cuales
yo he luchado,
por los cuales ha luchado toda una generación”
Marcos Ana.
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