Balas de belleza, de verdad, de historias rebeladas.
Cuando pensamos
en lucha armada, siempre la referencia es a las armas de destrucción masiva o no masiva.
Porque no podemos dejar de pensar con las categorías que la cultura represora inventó para que pensemos. Pero afrontar la batalla cultural en estos tiempos es la decisión individual, grupal y colectiva de pasar de todas las formas de la queja a todas las formas del combate.
Lenin enseñó: “todos los medios, incluso los legales”.
O sea: la ilegalidad puede ser la única forma de sostener la legitimidad.
A diferencia de la legislación laboral, la lucha de clases no admite la “conciliación obligatoria”.
No la admite, pero la política versión represora impone la conciliación de clases.
O sea: la expresión laboral de esa lucha debe ser conciliada.
Mito burgués de la unidad indisoluble entre capital y trabajo.
Fragmento .
Fragmento .
Alfredo Grande
Fuente :www.pelotadetrapo.org.ar
Fuente :www.pelotadetrapo.org.ar
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