Feliz Año Nuevo a los peregrinos de caminos desprovistos de oscuridad.
A los buscadores de conchas en las playas solariegas de la saciedad ética.
A los heraldos de buenas nuevas y a los espantadores de infortunios.
Feliz Año Nuevo a quien se asoma a la ventana del alma para contemplar su propio amanecer.
A los navegantes cuyas velas se mueven gracias al soplo del espíritu.
A los sembradores de horizontes translúcidos.
Feliz Año Nuevo a los corazones seducidos por el toque del amor cósmico.
A los voluntarios de la generosidad, indicadores de caminos en las vías laberínticas de nuestros desaciertos.
A los profetas inflexibles a la embriaguez de la rutina, intrépidos cultivadores de la esperanza.
Feliz Año Nuevo a los filósofos desalfabetizados de erudición, atentos a los vuelos de la inteligencia para trascender la razón.
A los gitanos de Dios cuyos pasos recorren sendas misteriosas.
A los centinelas del asombro, agraciados por el don de identificar la vida como milagro.
A los navegantes de devaneos románticos, embriagados de poesía.
Y a los arquitectos del futuro, dedicados al proyecto de la ceremonia nupcial de la libertad con la justicia.
Feliz Año Nuevo a los artistas de la insensatez capaces de imprimir a la vida carácter lúdico.
A los desenjauladores de pájaros, intrépidos pilotos de vuelos alucinados.
Y a los serviciales de la gratitud, militantes del altruismo .
(Traducción de J.L.Burguet)
- Frei Betto -
No hay comentarios.:
Publicar un comentario