"Recordar es sufrir un poco y a veces, menos, alegrarse bastante."
Alfredo Grande
Y cuando los ojos no ven, el corazón ya no siente. La opaca neblina o el sucedáneo del resplandor permanente del denominado “espacio publicitario”, al que más adecuadamente habría que llamarlo “un momento de alienación”.
Hace algunas décadas, la transmisión televisiva se clausuraba con “un momento de meditación”. Para mostrar el pluralismo, participaban miembros de todas las religiones.
Nunca un médico, un obrero, un estudiante, un artista.
La meditación bien entendida debe ser rigurosamente vigilada, tanto por mandatos cuanto por castigos a la infracción de aquellos. Meditar es no pensar un poco bastante, y es otro de los baluartes de la cultura represora.
Una paciente me dijo que empezó a hacer meditación, para lo cual tenía que dejar la mente en blanco. Le interpreté que en rigor de verdad éso es lo que venía haciendo desde hace años.
Una mente en blanco con el eterno resplandor del arrasamiento de los recuerdos.
Alfredo Grande
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