Así sangró la montaña

"Hay olvidos que queman

 y hay memorias que engrandecen..."

Alfredo Zitarrosa

Pozo Funeres:

Allí fueron arrojados 22 hombres en abril de 1948 , luego de haber sido torturados , parte de ellos todavía seguían con vida tras haber pasado cuatro días de haber sido arrojados.
Este pozo tiene una profundidad de unos 20 metros , totalmente verticales y sus paredes son lisas con una anchura de de tres por tres aproximadamente.
De su interior salen unas estrechas galerías que se van perdiendo a lo largo de toda la peña.

Pasados unos días de aquellos hechos , un pastor que cuidaba su ganado al pasar cerca de allí pudo escuchar unos lamentos muy débiles .
Al acercarse al pozu Funeres comprobó que en el fondo había varios cuerpos porque las voces de sus lamentos eran diferentes .
La impresión de aquellos lamentos se clavó en su mente y abandonó el lugar.
Comentó con las personas más íntimas lo que había visto.
Más adelante las fuerzas que habían cometido tal barbarie echaron bidones de gasolina y cierta cantidad de dinamita para apagar el sonido de aquellas voces que se negaban a morir en nombre de la libertad.

En la boca del pozo , en la misma roca de la peña ,crece el texu , un árbol centenario .
Si el líquido que extrae de la roca  para seguir alimentando su recio tronco , pudiese hablar contaría lo que , mudo y estático, pudo contemplar :sangre indefensa de republicanos corriendo por la montaña.

  Nicanor Rozada.- Libro : " ¿ Por qué sangró la montaña?"

"El olvido es una segunda muerte."