"La crueldad es el fracaso de la ternura. En la sociedad actual es un producto de consumo.
Hay una estética de la crueldad en la televisión, en el cine, en los cómics. Y como producto del consumo, está banalizada.
"La crueldad requiere de un dispositivo sociocultural para prosperar. No es lo mismo la crueldad que la agresividad, que es parte de la conducta humana.
"Frente a lo cruel, cerramos los ojos, somos insensibles y estamos vacunados. En lo cruel no hay agentes manifiestos. Lo que no quiere decir que no existan. En la sociedad globalizada, por ejemplo, las multinacionales pueden estar a miles de kilómetros...
"El núcleo dispositivo de la crueldad es la encerrona trágica.
El paradigma de esta encerrona es la mesa de tortura, donde el torturado depende de alguien que rechaza totalmente para sobrevivir. Este núcleo puede darse en cualquier situación social donde sólo hay dos lugares, sin tercero de apelación, y uno depende totalmente del otro para sobrevivir.
Convivimos con la crueldad y estamos en connivencia con ella.
"Hay épocas como la actual donde lo solidario, como núcleo de todo pacto social, caduca. Cuando en el orden individual ese núcleo esencial claudica, mientras que en el orden estructural desaparece la imagen y la efectividad de una justicia creíble, se instala la corrupción, una forma de la crueldad que ya no es sólo una lacra social.
Se instala incluso en el lenguaje. Así es como las palabras comienzan a perder su significado. Ubicada en todos los niveles, la corrupción se transforma en una herramienta política de marginación, que reproduce las condiciones de la encerrona trágica.
"El hecho de que la crueldad sea un producto de consumo es un efecto de la sociedad competitiva y consumista. Un ejemplo de la idea de consumismo es cuando se habla de adicción. Se dice eufemísticamente: Fulano consume , pero el verbo no está ligado a la droga consumida, sino a afirmar la condición del adicto. Desde esta perspectiva, una sociedad consumista es adicta. Vale decir, es dependiente, explotable, fácilmente manipulable por eficaces programas de promoción de tal o cual producto por consumir.
"No hablo sólo de productos cotidianos o de drogas, sino también de cierto tipo de pensamiento precocido o ideología. De nuevo, aparece aquí una forma de marginación o exclusión. Esta es una sociedad fácilmente manipulable respecto de lo que se usa y no se usa. Un ejemplo sofisticado de manipulación es la moda. Eso conduce luego a los que usan y a los usados, y más tarde a los que no pueden usar nada, los descartados.
"La ternura es lo antitético de la crueldad. Se piensa que es un sentimiento medio blandengue , pero en un escenario cultural, la ternura es un formidable dispositivo donde se estructura la condición ética del sujeto.
La ternura significa brevemente tres cosas: el abrigo frente a los rigores de la intemperie, el alimento frente a los rigores del hambre y el trato justo.
No necesariamente un sujeto sin ternura está condenado a ser cruel. Dependerá del contexto social y los dispositivos socioculturales en que se incluya. Esos dispositivos serán la familia, la escuela, el matrimonio, la fábrica, la universidad...
Ulloa considera que la violencia de una sociedad plantea, en principio, la ruptura de la condición gregaria: "Cada uno cuida su quintita y se incrementa el individualismo. Ese sujeto cruel, que es un sobreviviente, debe instaurar un saber sagrado, sectario y fundamentalista.
Frente a lo diferente reacciona de tres modos: primero lo excluye, luego lo recusa y en un extremo, lo elimina. Un ejemplo son los barrabravas.
"Esto tiene que ver con la toma de conciencia, con advertir en uno la crueldad y no retroceder ante esa tendencia. El acontecer produce efectos. Cuando uno toma conciencia, advierte también la crueldad de los demás.
Caso contrario, los hechos crueles nos llevan a la negación y ésta nos conduce a situaciones más terribles, por ejemplo, la negación de la crueldad social.
La muletilla "por algo será" nos lleva a comulgar con la crueldad.
"Los medios no pueden incluirse en esos dispositivos socioculturales, capaces de hacer germinar la crueldad. Pero pueden intervenir en su denuncia o en su enmascaramiento.
Es decir, pueden tener una eficacia crítica o un efecto anestésico.
El papel deseable que los medios de comunicación tendrían que ejercer en el escenario social de nuestros días es el de la memoria viva, no meramente como recuerdo, sino como acción presente.
Deberían desenmascarar lo cruel.
Recuerdo el caso del chico que se cayó en un pozo. Hay que ver de qué modo hay, en un momento determinado, una utilización de lo siniestro.
En un sentido, se despierta la solidaridad. En otro, se enmascara una situación. Es decir, mientras se satura con el caso de un niño en un pozo, quedan fuera de la conciencia social todos los chicos que están en el pozo".
FERNANDO ULLOA.
Discípulo de Enrique Pichon-Rivière, a Ulloa (1924-2008) se lo considera
el creador de una Psicología de las Instituciones
y fundador de una corriente de abordajes interdisciplinarios en ese ámbito
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