Ante semejante circo de la prepotencia que sigue incubando impotencia, el desalojo de Guernica suelta también un inexplicable suspiro de satisfacción que hoy contamina las redes y la televisión más morbosa, ¿celebrando qué cosa?
¿Cuáles serían esos valores vapuleados que hoy salió a defender un ejército de uniformados, hostigando a mujeres, niños y padres que salen a poner el pecho, porque viven y seguirán viviendo sin techo?
¿Qué "resolución" se disponen a dibujar con su imaginación, cuando de nuevo se vayan a acostar sin todo ese lío y les vuelva a chupar un huevo ese lugar vacío?
Podés prender fuego los bosques nativos, saquear el suelo, matar seres vivos, envenenar todos los ríos o robar lotes para barrios privados, que jamás los verás tan bravíos, ni enojados, ni yendo a la guerra, ni preocupados por sus cobres, porque no es problema la tierra, sino la tierra para los pobres.
Todo lo demás, les da igual, no les molesta la injusticia social, ¡les jode cuando les caga el campo visual!
O cuando les quita esa tranquilidad que todavía ofrece la desigualdad, para los socios silenciosos de cada ultraje contra cada familia sin equipaje, que ni siquiera se supo esconder...
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