Rescatar la memoria.

Rescatar la memoria.

22/5/20

" Las Poderosas Ramonas." Claudia Korol.

"Poderosa era Ramona. Parándose con el cansancio del mundo
a conseguir el alimento, para que no falte, para que se multiplique
no por designio divino, sino por la magia de las brujas que desde tiempos
ancestrales saben acrecentar y repartir con generosidad los peces y los panes."

Claudia Korol.
Ramona pasó doce días sin servicio de agua en su casa de la Villa 31.
 FOTO: LA GARGANTA PODEROSA
Poderosa era Ramona. Sosteniendo al mundo que la rodeaba,
la comunidad construida a fuerza de energía solidaria.
Rebelde, comprometida, luchadora consciente era Ramona,
porque hay que tener mucha pero mucha conciencia para organizar
cada día la olla, el comedor, la exigencia de agua, de luz,
la organización del barrio por cada demanda.
Ramona tenía una conciencia encarnada, no proclamada.
Una conciencia nacida de la necesidad, y también de la necedad
de no aceptar el orden social como una fatalidad.
Una conciencia de mujer, que piensa con y desde el sentir, el creer,
el reflexionar de las, les, y los de abajo, para cambiar la realidad
y terminar con las opresiones.
Una compañera del feminismo villero,
para la que decir y hacer tiene la misma densidad.
Poderosa era Ramona.
Una laburante de jornada completa, de sol a sol, de lluvia a lluvia.
Criando a sus hijas y a todos los pibes y pibas del barrio.
Abrazando a sus hermanas, las mujeres y disidencias
que llegaban a la Casa Poderosa para buscar apoyo,
y en ella, y en otras compañeras, lo encontraban.
Poderosa era Ramona. Parándose con el cansancio del mundo
a conseguir el alimento, para que no falte, para que se multiplique
no por designio divino, sino por la magia de las brujas que desde tiempos
ancestrales saben acrecentar y repartir con generosidad los peces y los panes.
Ramona tenía en su cuerpo la memoria incendiada de un barrio
que tuvo Mugicas, que tiene mujeres, travas, trans, migrantes bolivianas,
peruanas, paraguayas, que jamás se rindieron ante las políticas
de despojo y mal trato.
Que pararon a las topadoras en la dictadura.
Que organizaron la resistencia al hambre y a la desidia criminal
del estado en todos los gobiernos.
Con esas voces y ejemplos en su memoria, Ramona denunció
cuando el COVID llegaba al barrio, sin agua y sin luz,
sin alimentos fundamentales, sin elementos de limpieza.
Al comienzo mismo de la cuarentena La Garganta Poderosa
distribuyó su voz y su alerta.
Ramona no fue escuchada por el gobierno porteño
ni por el gobierno nacional. No fue cuidada. No fue acompañada.
Nadie del arriba respondió.
Ramona fue asesinada. La compañera sabía lo que sucedía,
y dolorosamente su familia ahora llora su ausencia,
como cada familia en estos territorios lloran las ausencias
de las guerreras que nos arrebataron.
Ramona incendia la conciencia colectiva,
con el fuego de todas las compañeras, ese hilo rebelde del movimiento villero
que volvieron a levantar las mujeres que cocinan en las ollas populares
y abrazan a las que sufren
la violencia patriarcal, racista, xenofóbica, colonial, capitalista.
Ramona tiene en su nombre el brillo de la Ramona zapatista
que dinamitó el silencio de las mujeres chiapanecas,
llevando su voz hasta el centro del México feminicida y brutal.
Ramona nos conmueve por el ejemplo que supo darnos de una vida entregada cotidianamente a la organización popular.
Una vida Poderosa, como la de las Joanas, las Jesis, las Danis,
las Claudias, las Vickis, que hoy la gritan
en cada uno de sus rincones de resistencia.
A Ramona y a todas las celebramos
y con ellas nos comprometemos a no olvidar el crimen,
a hacer justicia, pero sobre todo, a multiplicar el ejemplo.
Ramona está en nosotras compañeras,
hermanas, hasta la sobrevivencia cada día,
hasta la victoria en la que las Ramonas todas serán visibles y audibles,
hasta la rebeldía feminista siempre.

claudia korol
Mayo 2020.

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