"Soy una,
y soy todas las mujeres
de mi sufrida América.
Mi sangre son los ríos
que bajan torrentosos
desde el cobre y la nieve
de la Cordillera.
En mí, habitan valles
y montañas,
la selva misteriosa
y las praderas.
Es guitarra mi cuerpo
entre unas manos
y a veces:
sonido lastimero de una quena.
Soy una,
y soy todas las mujeres
nacidas en la América;
la india sosteniendo las ventiscas,
la negra del asombro en sus ojeras,
la cálida mujer del Mar Caribe,
la cimbreante mujer como palmera,
la tímida mujer del Altiplano
y la altiva mujer que abre fronteras.
Soy una,
y soy todas las mujeres
de mi América,
nacidas para modelar el barro de los días
y pintarlos de luz con las estrellas.
Soy la que amasa el pan,
y bebe el vino
y ofrece el agasajo de su mesa.
Una y todas en una:
siempre hembras,
Vientre fecundo,
raíz hincada al centro de la tierra,
maga de poderes sobrehumanos
que hace volver de luz la sombra espesa.
Mujer de hombros gigantes
sostenida
por la frágil estructura de sus piernas,
un corazón abierto hacia la vida,
y un luto siempre a cuestas.
Soy una, y soy todas
las mujeres sufridas
de la América,
amalgama de luces y de sombras,
fusión de invierno crudo
y primavera,
pájaro tibio al borde de una rama,
y águila planeando en las esperas.
Blanca,
india,
negra,
cristiana,
musulmana,
judía,
budista o atea.
Soy sólamente una mujer,
una mujer que vive,
una mujer que sueña,
una y todas
las mujeres sufridas
de mi América."
Graciela Genta.
y soy todas las mujeres
de mi sufrida América.
Mi sangre son los ríos
que bajan torrentosos
desde el cobre y la nieve
de la Cordillera.
En mí, habitan valles
y montañas,
la selva misteriosa
y las praderas.
Es guitarra mi cuerpo
entre unas manos
y a veces:
sonido lastimero de una quena.
Soy una,
y soy todas las mujeres
nacidas en la América;
la india sosteniendo las ventiscas,
la negra del asombro en sus ojeras,
la cálida mujer del Mar Caribe,
la cimbreante mujer como palmera,
la tímida mujer del Altiplano
y la altiva mujer que abre fronteras.
Soy una,
y soy todas las mujeres
de mi América,
nacidas para modelar el barro de los días
y pintarlos de luz con las estrellas.
Soy la que amasa el pan,
y bebe el vino
y ofrece el agasajo de su mesa.
Una y todas en una:
siempre hembras,
Vientre fecundo,
raíz hincada al centro de la tierra,
maga de poderes sobrehumanos
que hace volver de luz la sombra espesa.
Mujer de hombros gigantes
sostenida
por la frágil estructura de sus piernas,
un corazón abierto hacia la vida,
y un luto siempre a cuestas.
Soy una, y soy todas
las mujeres sufridas
de la América,
amalgama de luces y de sombras,
fusión de invierno crudo
y primavera,
pájaro tibio al borde de una rama,
y águila planeando en las esperas.
Blanca,
india,
negra,
cristiana,
musulmana,
judía,
budista o atea.
Soy sólamente una mujer,
una mujer que vive,
una mujer que sueña,
una y todas
las mujeres sufridas
de mi América."
Graciela Genta.
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