"Sí, la puta vida. Ésa que nos niega tres veces antes de venir a llorar y a pedirnos perdón.
La puta vida que nos descose a golpes y nos arranca el corazón y nos vacía los brazos.
Ésa, tan perdida, tan coimera, tan ladina, que cuando uno está a punto de sumergirse en el río y dejar que la deriva nos lleve, nos desflora la risa con un empujón inesperado y nos lleva de nuevo, atolondrados de dicha a la cresta de la ola.
Y una, que en el fondo es más puta que la vida, no puede resistirse, y se deja arrastrar por la marea, y chapotea, con el cuerpo torpe y viejo, pero adolescente y agradece, y mira al cielo aunque sabe que no hay nadie y piensa, que si hubiera un dios sería parecido al padre que tuvimos en la infancia."
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