ni juntando las mitades
Ni canción para el regreso
ni un rincón donde guardarse
Cuando el sueño del reencuentro
esté a punto de apagarse
y no exista entre los besos
el que ayude a levantarse
En la estela de un pañuelo
volverá a nacer la tarde
Cuando no haya un solo gesto
ni palabras que acompañen
ni la voz de un musiquero
arrimando soledades
Cuando estemos frente al cuento
del que ya todo se sabe
y se nublen los recuerdos
como un nudo de la sangre
En la estela de un pañuelo
volverá a nacer la tarde
Y desde el dolor traerá una flor
rescatada del fuego
y mirándonos en su corazón
volveremos
Cuando no haya en el desierto
ni un puñado de verdades
y se vayan con el tiempo
destiñendo las señales
Cuando crezca en el silencio
el consuelo de alejarse
y se enciendan los luceros
sin que ya los mire nadie
En la estela de un pañuelo
volverá a nacer la tarde…
Fernando Rabih
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