Dice Claudia Masin:
"El discurso de Macri es el discurso del psicópata: niega y tergiversa lo que podemos percibir por nuestra propia experiencia, lo cual es enloquecedor.
Pone a la víctima en el lugar del culpable de su propio sufrimiento, lo cual genera sobre la víctima el efecto de confundirla y deprimirla.
No se responsabiliza por sus actos, sino que éstos siempre responden a la acción de otros,
de la cual es él la víctima inocente.
Esto apunta a generar, otra vez, confusión y culpa en la verdadera víctima, y un profundo, demoledor sentimiento de impotencia.
Y por último, ejerce una violencia arrasadora con una sonrisa, con buenas maneras y palabras tranquilizadoras, lo cual adormece, hipnotiza y -nuevamente- confunde: “- es por tu bien”, dice mientras lastima y destruye.
Y muchos/as le creen, porque el arte de la manipulación y la crueldad es la especialidad del psicópata.
Pero hay algo con lo que el psicópata no cuenta: ese momento, que no siempre llega, en que empieza a resquebrajarse la ilusión y puede verse, de a poco primero, después con claridad total,
la magnitud del daño que está haciendo.
Ese momento, que no siempre llega, en que las -hasta entonces- víctimas de su juego perverso,
se dan cuenta de su propia fuerza.
Ese momento, aunque no siempre llega, es la pesadilla del psicópata."
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