Si algún golpe de suerte a contrapelo,
a contrasol, a contraluz, a contravida
te torna pájaro que quiebra el vuelo
y te revuelca con el ala herida.
Y hay tanto viento para andar las ramas
tanto celeste para echarse encima
y pese a todo vuelve la mañana
y está el amor, que su milagro arrima.
¿Por qué caerse y entregar las alas?
¿Por qué rendirse y manotear las ruinas?
Si es el dolor al fin, quien nos iguala
y la esperanza quien nos ilumina.
Si algún un golpe de suerte a contrapelo,
a contrasol, a contraluz, a contravida,
abrí los ojos y tragate el cielo
sentite fuerte y empujá hacia arriba.
¿Por qué caerse y entregar las alas?
¿Por qué rendirse y manotear las ruinas?
Si es el dolor al fin, quien nos iguala
y la esperanza quien nos ilumina.
Letra : Héctor Negro.
Música: César Isella
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