"Importan dos maneras de concebir el mundo.
Una, salvarse solo,
arrojar ciegamente a los demás de la balsa
y la otra,
un destino de salvarse con todos,
comprometer la vida hasta el último náufrago..."
Armando Tejada Gómez
"El 26 de septiembre , un grupo de estudiantes de la denominada Escuela Normal Rural de Ayotzinapa tenían previsto realizar una protesta pacífica en la localidad de Iguala de la Independencia, en el sureño estado de Guerrero, México.La policía de Iguala reprimió sin causa alguna con balas de plomo a los estudiantes. El saldo de esa represión fue de 6 muertos, 25 heridos y 43 desaparecidos. Algunos testimonios de estudiantes sobrevivientes dieron cuenta de la brutalidad de esa violencia. Los “normalistas” eran muy jóvenes, pobres, campesinos y campesinos indígenas. Pero aquel reclamo no era el primero que realizaban y no son los primeros muertos y desaparecidos .
¿Y qué solicitaban a las autoridades?
Lo mismo de siempre, medios para seguir estudiando, nada menos y nada más, porque la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa prácticamente es autogestionada por sus mismos estudiantes.
La escuela de Ayotzinapa no es cualquier escuela. Su historia posee un profundo contenido social, que tiene que ver con reivindicaciones de la población rural de aquella zona.
La escuela de Ayotzinapa es hija directa de las reformas agrarias mexicanas , es una institución -aunque no sea del todo justo este término- “formadora de conciencia campesina y campesina indígena”, con altos grados de organización, y eso para muchos intereses a lo largo del tiempo desde lo cultural y lo económico fue muy peligroso.
Actualmente la escuela Normal de Ayotzinapa, como otras escuelas normales mexicanas, forma parte de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas, y fue creada en 1926, en tiempos en que la Revolución Mexicana aún vibraba en el pecho del pueblo. Fue fundada por el entonces Secretario de Educación Pública Moisés Sáenz, un destacado educador que dirigió no pocos esfuerzos en reivindicar las raíces indígenas de México, inspirado en la gran obra de José Vasconcelos, profundo pensador de la educación mexicana, un adelantado, un visionario, y como tal, odiado y amado al mismo tiempo, pero nunca pasado por alto. Con Vasconcelos la educación traza un límite, un antes y un después.
Vasconcelos pregonaba una educación para todos, encarnada en las raíces mexicana hispánicas y prehispánicas. En el discurso de asunción al cargo de rector de la Universidad dijo: “... yo no vengo a trabajar por la Universidad, sino a pedir a la Universidad que trabaje para el pueblo”. Vasconcelos crea el escudo Universitario bajo el lema: “Por mi raza hablará el espíritu”, síntesis de su vocación educadora. Se ve en el escudo las imágenes de la naturaleza (cóndor y águila) y la alegórica imagen de volcanes y el nopal azteca. Esta imagen creada por Vasconcelos vale más que mil palabras. El premio Nobel mexicano Octavio Paz escribió en su trabajo La Inteligencia Mexicana: “Vasconcelos pensaba que la Revolución iba a redescubrir el sentido de nuestra historia, buscado vanamente por Sierra. La nueva educación se fundaría en la sangre, la lengua y el pueblo”. Este poeta Mexicano en su conocida obra El Laberinto de la Soledad ya había escrito: “Vasconcelos era antiintelectualista. Filósofo de la intuición, considera que la emoción es la única facultad capaz de aprehender el objeto. El conocimiento es una visión total e instantánea de la realidad.
Vasconcelos elabora más tarde una filosofía de la raza iberoamericana”.
Este es el origen conceptual de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, desde ya nada más alejado de los paradigmas educativos que promulgaban y promulgan las clases conservadoras, materialistas y poderosas mexicanas.
El estudiantado, en gran mayoría hijos de campesinos y de indígenas del lugar, no podían ser ajenos a la reforma agraria que proponía el Gobierno de Cuba después de la Revolución, ya que coincidía con aquella Revolución Mexicana de la que habían participado sus padres y abuelos, cuyo factor principal fue la lucha por la tierra, alma de la escuela normal de Ayotzinapa."
Celedonio Torres
Fuente : Argenpress.
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