El Hombre del mameluco - Agustín Tosco

Agustín Tosco : Ejemplo de consecuencia y lucha 

por un mundo sin explotadores ni explotados.

Al hombre del mameluco,
al que inventó la alegría,
al de las manos de fierro,
al de la cara blandita,
le descubrí su secreto,
le vi que lloraba un día,
vi que sudaba de bueno
y de bueno no comía.

El hombre del mameluco
pide la yerba que alivia.
La encontrará si la busca,
rebelde y recién nacida,
en la almohada de su hijo,
en el tierno mediodía,
en la página olvidada:
¡mi tierra vale mi vida!

Son muchas camisas blancas
que avanzan por la avenida,
llevando un mundo de piedras
como cerro que camina.
Y el cerro quiere crecer,
se le suman  camisas
y se le suman las ansias
de la América Latina.