"Pan y rosas para los hombres del mundo, para los que siembran el trigo y levantan la flor.
Conversa con ellos, y sabrás qué fuerza tienen las palabras con sudor, y verás músculo a músculo, sostener gajo a gajo los gajos de la tierra.
Aquí están los obreros, ocupando y cantando, y volviendo a ocupar.
Aquí están los obreros, ocupando y cantando, y volviendo a ocupar.
Ocupando y cantando, cantando la luz en que se teje sangre recién caída; sangre recién caída y caliente porvenir.
Pan y rosas para los hombres del mundo,
para los amantes de la paz,
para los iniciadores de la máquina y la producción maquinista,
para los vestidores de los sitios por donde el hombre pasa,
para los que siembran el trigo y levantan la flor.
Hoy cuando desperté, miré las paredes despintadas de mi cuarto y solté una carcajada, un beso y un pan. 15 de marzo de 1985. La luz resbala por nuestros hombros, y los ojos se abren sin fierros ni fusiles.
Somos nosotros, los del dolido traje gris y los versos clandestinos, los que sabemos seguro que entre espuelas, martillos y esperanza, dulce y amarga, Patria, nos espera."
Hoy cuando desperté, miré las paredes despintadas de mi cuarto y solté una carcajada, un beso y un pan. 15 de marzo de 1985. La luz resbala por nuestros hombros, y los ojos se abren sin fierros ni fusiles.
Somos nosotros, los del dolido traje gris y los versos clandestinos, los que sabemos seguro que entre espuelas, martillos y esperanza, dulce y amarga, Patria, nos espera."
Ángel Oliva
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