Rescatar la memoria.

Rescatar la memoria.

1/6/14

Garfias : " Tan recordado en México . Tan olvidado en España."

"Pedro Garfías, que tantos años había callado, volvió en sí en la guerra y con la emigración. Su poesía sencilla y popular ha dado en esos largos años de esperanza y desesperación, muestras de lo que puede un corazón sin trampas cuando tiene algo que decir y sabe hacerlo; en él no hay más retórica que la indispensable, un hilván: El verso humano pesa, / yo lo cojo en mis manos / y siento que me dobla las muñecas".

Max Aub


 Se trata, pese a su nacimiento en tierras castellanas, de una de las voces líricas de Andalucía más valiosas y elevadas y, por desgracia, más injustamente olvidadas en su tierra de origen tras la Guerra Civil y su exilio en México, donde su obra, sin embargo, nunca pierde ni la actualidad ni el reconocimiento del público. Pedro Garfias se retrata a sí mismo como "un hombre del Sur; / polvo, solfatiga y hambre, / hambrede pan y horizontes""; Luis Buñuel lo sitúa entre los "poetas exquisitos, de élite antipopulachera";Antonio Machado lo tilda de poeta "portentosamente dotado"; y Juan Larrea, escritor vasco vinculado al creacionismo de César Vallejo y Vicente Huidobro, clasifica los poemas y la actividad editora de Pedro Garfias como la conexión necesaria entre generaciones, entre los novecentistas, los ultraístas y los más jóvenes de la Generación del 27, en la que a menudo se integra aGarfias. Su triste postergación, mantenida en España no sólo durante la dictadura, sino también en la democracia, cuando se homenajea y recupera la memoria de casi todos los exiliados, es paliada gracias al trabajo del historiador cordobés Francisco Moreno Gómez, quien ilumina con su exhaustiva investigación Pedro Garfias, poeta de la vanguardia, de la guerra y del exilio numerosas sombras que oscurecían su biografía.

 Hasta el final de la Guerra Civil española, Garfias mantiene un fuerte compromiso social y desarrolla una intensa actividad política.
Sus artículos de corte social y reivindicativos son frecuentes .
Un poeta en pie de guerra.  El 21 de julio de 1936, dos días después del alzamiento de las tropas sublevadas, acude al local del Partido Comunista para enrolarse como miliciano, siendo destinado a la Sierra de Madrid. Allí permanece sólo unas semanas, ya que vuelve a Madrid a lenterarse de que se están formando las Milicias Andaluzas. Su primer destino militar es Villafranca de Córdoba "motivo por el que la milicia cambia su nombre por el de Batallón Villafranca", aunque con los meses tiene que combatir para la defensa de los pueblos que componen el frente de Córdoba, MontoroAdamuzPozoblanco, etc. En estas circunstancias trágicas, la poesía de Pedro Garfías se revela como un arma de gran poder paliativo para la escasa moral de sus compañeros de armas. Es ahora cuando sus versos suenan más verdaderos, más limpios y llenos de oralidad, siempre, según Víctor García de la Concha, "como contribución a la defensa del suelo nativo, más que como preocupación estética para continuar una obra o construir otra nueva".
Poemas como el "Himmo del Batallón Villafranca y de la 74 división", "Peleamos, peleamos", "Guerrilleros", "Mutilados de guerra" o "Frío en las trincheras", esparcidos en publicaciones comoMilicia Popular , El Liberal , El Mono Azul , Frente Sur o Frente Extremeño , o bien reunidos en sus dos libros escritos en el frente, Poesías de Guerra y Héroes del Sur , se convirten, en muchos casos, en verdaderos himnos de la resistencia republicana. En 1938, Pedro Garfias obtiene el Premio Nacional de Literatura por su recopilación de Poesías de la guerra , un premio compartido con Destino fiel , de Emilio Prados. La importancia de la poesía de guerra de Pedro Garfias es puesta de manifiesto por el historiador Moreno Gómez: "Garfias estuvo presente en casi todos los romanceros de la Guerra Civil, desde el primero, de 1936, siguiendo después en el Romancero general de 1937, en el Homenaje al poeta Federico García Lorca , en el Homenaje de despedida de las Brigadas Internacionales , en el Romancero general de 1944, seleccionado por Alberti, en el Romancero de Buenos Aires , de 1967, en El gran romancero , de Darío Puccini, tanto en su original italiano como en su adaptación al francés y al castellano. Después, en todas las recopilaciones que han surgido en España, a raíz de la restauración democrática, Garfias se halla presente, por ejemplo, en el Romancero de Francisco Caudet, en el Romancero  de AntonioRamos-Gascón, y en el de Serge Salaün, entre otros". Pese a la importancia literaria y la calidad indudable de esta poesía de guerra, el resultado del conflicto es por todos conocidos. En la noche del 9 al 10 de febrero de 1939, Pedro Garfias cruza la frontera francesa y, de inmediato, al día siguiente, es internado en el campo de concentración de Saint Cyprien. Jamás vuelve a España.

El exilio. Su dolorosa estancia en el campo de concentración de Saint Cyprien no es demasiado larga. En torno al 20 de febrero, el Comité Británico, organización de ayuda a los exiliados republicanos comandada por el filántropo lord Faringdon, le ofrece a Garfias una estancia de seis meses en Eaton Hastings, un pequeño y bucólico pueblo inglés del condado de Berks. Su esposa, por su parte, se encuentra en París, a salvo y bien atendida en el domicilio del escritor Corpus Barga. La tranquilidad y la paz que el poeta encuentra en estos meses le permiten escribir el que, sin duda, es su libro más conseguido, Primavera en Eaton Hastings (Poema bucólico con intermedio de llanto) , considerado por la crítica como el poemario que mejor aborda el tema delexilio tras la Guerra Civil. No ve la luz, en cambio, el mismo año de su creación, sino un poco más tarde, ya en tierras mexicanas.
La mejor noticia para el matrimonio Garfias durante los meses siguientes es la inclusión de ambos en el pasaje del buque Sinaia, la primera y la más numerosa expedición de huidos republicanos hacia México. Se embarcan en el puerto francés de Sète y a bordo coinciden con personas ilustres de las artes y las letras, como el poeta Juan Rejano y el novelista jiennense Manuel Andújar. Ambos, con la ayuda de una multicopista, emprenden la publicación de un diario de a bordo, el boletín Sinaia , en el que colabora Garfias y en el que publica por primera vez el poema "Entre España y México", uno de los cantos más bellos escritos en agradecimiento a México, patria adoptiva de tantos españoles.

Garfias llega a México con fama merecida de excelente poeta, y como tal se le recibe. Desde los primeras semanas inicia sus colaboraciones en publicaciones como España Popular , Romance ,España Peregrina , Nuestro Tiempo o España y La Paz , firma manifiestos y acude a fiestas yactos a favor de la extinta República, ofrece recitales y conferencias y, sobre todo, es distinguido con un trato de favor por parte de los intelectuales mexicanos e iberoamericanos, entre ellosPablo Neruda, que escribe aquello de "España desangraba su inmenso árbol de sangre, / cuando Londres peinaba, como nos cuenta Pedro / Garfias, su césped y sus lagos de cisnes". Poco a poco irá apareciendo el resto de su obra, tanto poemarios ya escritos, como Primavera en Eaton Hastings , obra cumbre impresa en 1941, y Poesías de la guerra española (1942), como otros de nueva factura, entre ellos Elegía a la presa de Dnieprostoi (1943), De soledad y otros pesares(1948), Viejos y nuevos poemas (1951) y Río de aguas amargas (1953), título este último surgido por la angustia que genera en el poeta la muerte sucesiva en España de su padre, su hermano y su madrastra. Durante todos estos años y hasta su muerte, excepto en el periodo en el que trabaja como profesor en la Universidad de Monterrey, la escasez económica y el alcoholismo persiguen a Pedro Garfias, sin que consigan derrotar del todo su espíritu combativo, alegre y afable.

 Su muerte, de la que apenas llegan noticias a España, tiene una enorme repercusión en México,y se le dedican numerosos homenajes. 
En España tienen lugar sólo dos homenajes, uno organizado por el Centro Cultural de la Villa de Madrid y otro respaldado por el Ayuntamiento de Osuna, que pretenden, de forma fallida, recuperar la memoria de Pedro Garfias, tan recordado en México como olvidado en su propio país. De lo que no cabe duda es de su valía artística y personal, testimoniada por escritores de ambos lados del océano. Octavio Paz lo llama "vagabundo por los pueblos y ciudades de la provincia mexicana" y recuerda que "compuso, antes de morir, algunos poemas que me conmueven y que son como una desengañada respuesta al poeta vanguardista que había sido en su juventud". De igual manera, Max Aub escribe: "Pedro Garfías, que tantos años había callado, volvió en sí en la guerra y con la emigración. Su poesía sencilla y popular ha dado en esos largos años de esperanza y desesperación, muestras de lo que puede un corazón sin trampas cuando tiene algo que decir y sabe hacerlo; en él no hay más retórica que la indispensable, un hilván: El verso humano pesa, / yo lo cojo en mis manos / y siento que me dobla las muñecas". 
 Pablo Santiago Chiquero 

 " El verso humano pesa
 yo lo cojo en mis manos 
 y siento que me dobla las muñecas" 

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