Meditacion en la villa, 1972
Señor, perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos que parecen tener ocho años tengan trece.
Señor, perdóname por haberme acostumbrado a chapotear por el barro; yo me puedo ir, ellos no.
Perdóname por haber aprendido a soportar el olor de las aguas servidas, de las que me puedo ir y ellos no.
Perdóname por encender la luz olvidándome de que ellos no pueden hacerlo.
Yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no: porque nadie hace huelga con su hambre.
Perdóname por decirles: - "No sólo de pan vive el hombre" y no luchar con todo para que rescaten su pan.
Señor, perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos que parecen tener ocho años tengan trece.
Señor, perdóname por haberme acostumbrado a chapotear por el barro; yo me puedo ir, ellos no.
Perdóname por haber aprendido a soportar el olor de las aguas servidas, de las que me puedo ir y ellos no.
Perdóname por encender la luz olvidándome de que ellos no pueden hacerlo.
Yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no: porque nadie hace huelga con su hambre.
Perdóname por decirles: - "No sólo de pan vive el hombre" y no luchar con todo para que rescaten su pan.
Carlos Mugica
El padre Mugica pertenecía al movimiento de sacerdotes tercermundistas, que estuvo vinculado a las luchas populares en las décadas de 1960 y 1970.
Fue el fundador de la parroquia en la villa 31.
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