"Todas las sangres son iguales."
Eduardo Galeano
La inhospitalidad tiene varios nombres: expulsión sin respetar el debido proceso, indiferencia, cierre de fronteras, centros de detención administrativa para migrantes que se convierten en cárceles.
Mientras que el libre mercado tiene sus defensores que abogan con vehemencia por la apertura de las fronteras a las mercancías, la libre circulación de las personas se presenta cada vez más como una utopía de algunos soñadores.
Pero ante tantas muertes de migrantes en desiertos, mares, fronteras y a manos del crimen organizado, se evidencia que la hospitalidad no es sólo una alternativa, sino una exigencia ética y humana para evitar estas tragedias que han enlutado nuestro mundo en este año 2013.
Wooldy Edson Louidor (Coordinador regional de comunicación del SJR LAC).
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