" Ahora anda rondando una palabra peligrosa: meritocracia. Un concepto que puede
transformarse, según se utilice y se aplique, en una gran vergüenza.
¿Quién no merece recibir palabras?
¿Cuáles son los requisitos para merecer educación?
La educación no se imparte, se devuelve, la educación no es un acto de generosidad
sino de justicia. Nos educó la especie humana, su sangre está en nuestros libros, su
sudor impregna nuestras sutilezas, su trabajo sostiene las más elaboradas teorías.
¡Qué poco y nada deben saber aquellos que proclaman sus méritos y enumeran sus
virtudes para acceder a la dignidad! ¿Nadie les contó que sin la prodigiosa tarea de
todos y del tiempo, que sin la existencia de cada ser sobre este mundo, no serían
posibles sus credenciales, ni sus impuestos al día, ni sus empresas?
Dicen que tenemos muchos y buenos jugadores de fútbol porque los pibes tienen
potreros.
También tenemos muchos y grandes escritores porque tenemos educación pública."
Liliana Bodoc.
Palabras del texto leído por Liliana Bodoc al recibir el Doctorado Honoris Causa
de la Universidad Nacional de Cuyo en mayo de 2016.