Me agrego a la entusiasta muchedumbre,
y me dejo llevar…
Mis pies ya no son pies, ya tengo alas,
mi voz no es mi voz ya.
Canto y camino. ¿Quién por mí camina?,
¿Quién leva la voz de mi cantar?
¡Hermoso este olvidarse de sí mismo
Para ser uno más!
Álvaro Yunque.
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