Sandra y Rubén estaban en sus puestos de trabajo
dispuestos a preparar el desayuno antes de la llegada de los chicos
en la Escuela 49 de Moreno.
Murieron al estallar una garrafa.
Habían hecho denuncias acerca de pérdida de gas
pero los que deberían haberse ocupado no se ocuparon.
Dos pérdidas lamentables.Irreparables.
En medio de tanta agresión a la labor docente
este episodio pone de relieve que la precariedad de las escuelas
bonaerenses evidencia graves situaciones de riesgo.
La vida de los pibes y de los trabajadores de la educación están en riesgo.
No invertir en las escuelas públicas genera estas tragedias.
Dolor. Impotencia.
Las palabras no alcanzan cuando la injusticia , la desaprensión,
el abandono , el crimen social y la indiferencia del sistema atraviesan
la realidad cotidiana.
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