"Y sin embargo experimento una angustia sutil y profunda, la sensación definida de una amenaza que se aproxima.Y, efectivamente, al ir avanzando el sueño, poco a poco o brutalmente, cada vez de forma diferente, todo cae y se deshace a mi alrededor, el decorado, las paredes, la gente; y la angustia se hace más intensa y más precisa.Todo se ha vuelto un caos: estoy sólo en el centro de una nada gris y turbia, y precisamente sé lo que ello quiere decir, y también se que lo he sabido siempre: estoy otra vez en el lager y nada de lo que había fuera del lager era verdad. El resto era una vacación breve, un engaño de los sentidos, un sueño: la familia, la naturaleza, las flores, la casa. Ahora este sueño interior al otro, el sueño de la paz se ha terminado, y en el sueño exterior, que prosigue gélido, oigo sonar una voz, muy conocida; una sola palabra, que no es imperiosa sino breve y dicha en voz baja. Es la orden del amanecer de Auschwitz, una palabra extranjera, temida y esperada: a levantarse, "Wstawac"."
- Primo Levi -
En la última página narra un sueño
que está dentro de otro sueño.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario