AlfredoGrande .
(APe) No perdamos la ternura jamás, enseñó nuestro Che. Y nuestro Morla (*) nos enseñó que con ternura venceremos.
La ternura por lo tanto no es sólamente un devenir afectivo. Es una política deseante.
Y cuando digo política, me refiero al movimiento real de la lucha de clases.
La ternura por lo tanto no es sólamente un devenir afectivo. Es una política deseante.
Y cuando digo política, me refiero al movimiento real de la lucha de clases.
Para el psicoanálisis implicado, marco teórico y político desde el cual escribo (mi primer libro editado por APe “Crónicas de Trapo” lo explicita en la tapa) la subjetividad es el decantado identificatorio de la lucha de clases. O sea: nuestra mente se forma como fotos y videos que registran nuestras experiencias incluso antes del nacimiento. Y si tuviéramos que organizar ese álbum de fotos y videos que construyen nuestra mente, podemos hacer una divisoria de aguas muy contundente: las imágenes y audios que nos hablan de deseos y las imágenes y audios que nos gritan de mandatos."
(*) Alberto Morlachetti.
(*) Alberto Morlachetti.
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