"Carlos Fuentealba era un gran maestro.
Enseñaba con la palabra ,
con la grandeza de su sencillez
y con el ejemplo"
Aquel que desee convertirse
en maestro del hombre,
debe empezar por enseñarse a sí mismo
antes de enseñar a los demás;
y debe enseñar primero con el ejemplo
antes de hacerlo verbalmente.
Pues aquél que se enseña a sí mismo
y rectifica sus propios procedimientos,
merece más respeto y estimación
que el que enseña y corrige a otros,
eximiéndose a él mismo.
-K. Gibran -
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