Durruti

Ha caído en su ley. Los generales como Durruti no mueren en la cama. Era en vida un símbolo, una bandera.Lo seguirá siendo, y como el Cid Campeador ganaba batallas después de muerto, el nombre de nuestro camarada, representación auténtica de la guerra del pueblo contra la barbarie fascista, encaminará a millares y millares de combatientes al heroísmo, a la abnegación, al sacrificio y a la victoria.
Pocas veces ha llorado un pueblo a uno de los suyos con la espontaneidad y la intensidad con que ha llorado el pueblo español a Durruti. Es que había comprendido el alto valor que perdía. Y esa comprensión es para nosotros un alivio, una satisfacción.(“Héroes como B. Durruti jamás mueren en la cama”, noviembre 1936)Diego Abad de Santillán (Reyero, León, 1897-Barcelona, 1983)