Rescatar la memoria.

Rescatar la memoria.

5/11/24

" El doliente " . Óscar Hahn


Pasarán estos días como pasan

todos los días malos de la vida

Amainarán los vientos que te arrasan.

Se estancará la sangre de tu herida.


El alma errante volverá a su nido.

Lo que ayer se perdió será encontrado.

El sol será sin mancha concebido

y saldrá nuevamente en tu costado.


Y dirás frente al mar:- ¿Cómo he podido

anegado, sin brújula y perdido

llegar a puerto con las velas rotas?


Y una voz te dirá:- ¿Qué... no lo sabes?

El mismo viento que rompió tus naves

es el que hace volar a las gaviotas. 

Óscar Hahn

30/10/24

" Sentado sobre los muertos." Miguel Hernández.

Sentado sobre los  muertos 

que se han callado en dos meses,
beso zapatos vacíos
y empuño rabiosamente
la mano del corazón
y el alma que lo sostiene.

Que mi voz suba a los montes
y baje a la tierra y truene,
eso pide mi garganta
desde ahora y desde siempre.

Acércate a mi clamor,
pueblo de mi misma leche,
árbol que con tus raíces
encarcelado me tienes,
que aquí estoy yo para amarte
y estoy para defenderte
con la sangre y con la boca
como dos fusiles fieles.

Si yo salí de la tierra,
si yo he nacido de un vientre
desdichado y con pobreza,
no fue sino para hacerme
ruiseñor de las desdichas,
eco de la mala suerte,
y cantar y repetir
a quien escucharme debe
cuanto a penas, cuanto a pobres,
cuanto a tierra se refiere.

Canto con la voz de luto,
pueblo de mí, por tus héroes:
tus ansias como las mías,
tus desventuras que tienen
del mismo metal el llanto,
las penas del mismo temple,
y de la misma madera
tu pensamiento y mi frente,
tu corazón y mi sangre,
tu dolor y mis laureles.
Antemuro de la nada
esta vida me parece.

Aquí estoy para vivir
mientras el alma me suene,
y aquí estoy para morir,
cuando la hora me llegue,
en los veneros del pueblo
desde ahora y desde siempre.
Varios tragos es la vida
y un solo trago es la muerte.

Miguel Hernández.

Miguel Hernández  nació el 30 de octubre de 1910 
en la ciudad valenciana de Orihuela. 

25/10/24

" Ancestral." Hamlet Lima Quintana.

A veces nos invaden los ancestros

en un gesto impensado, una manera

de cortar la rama, dar la mano,

pensar en los conjuros entre el fuego,

recordar lo que nunca se ha vivido.

Y piensa, nos están dejando solos,

sin voces propias ni sagradas formas,

nos empujan al hambre deshojados,

al pie desnudo, la esperanza al viento

y hay que clamar entonces con las voces

de los propios fantasmas.

Los fantasmas que vuelven ateridos

y flotan como un manto de neblina,

reclaman una historia interrumpida,

una vida común de golondrina,

o de pez si se quiere, o de paloma,

cualquiera de los signos de la vida,

de la paz y los hombres que la hicieron,

que poblaron la tierra de leyendas

y ahora son los fantasmas ancestrales

que a veces nos invaden y preguntan

y uno no sabe por qué razón absurda

no se quiere olvidar, entonces canta.

Hamlet Lima Quintana.