29/8/18

El periódico "La Nación" justifica la impunidad del franquismo y el genocidio argentino.




"Los mismos hombres, las mismas guerras,

los mismos tiranos, las mismas cadenas,
los mismos farsantes, las mismas sectas
 
¡Qué pena,
que sea así todo siempre,
 siempre de la misma manera!"
León Felipe.



Una editorial del diario se mete en la discusión que generó en España la decisión de remover los restos del generalísimo Francisco Franco del Valle de los Caídos.
 La editorial se escandaliza porque la exhumación reabriría las heridas que una transición que califica de ejemplar, pudo supuestamente subsanar: "España atravesó después de la muerte de Franco una transición en la que se reflejó lo mejor de su espíritu pacífico y voluntad de reconciliación. Curó heridas, evitó otras nuevas y se dio una Constitución democrática, que cumplirá en diciembre cuarenta años".
 Lo cierto es que la transición española pactada en su momento por el PSOE y el PCE, dio lugar a un régimen que significó el salvataje del aparato franquista y la impunidad para los crímenes contra el pueblo obrero y campesino llevados a cabo por el movimiento contrarrevolucionario encabezado por el generalísimo y su posterior dictadura. 
La transición dejó en pie la monarquía con el sucesor elegido por Franco, el rey Juan Carlos, el aparato de Estado basado en la opresión de las nacionalidades, la Guardia Civil y sus FFAA, así como el brazo político del franquismo que fue rebautizado y hoy conforma las filas del Partido Popular.
El Valle de los Caídos, "lugar perenne de peregrinación, en que lo grandioso de la naturaleza ponga un digno marco al campo en que reposan los héroes y mártires de la Cruzada” según ordenara Franco en 1940, es el símbolo de la supervivencia del franquismo en el Estado Español.
 El mismo fue construido por el trabajo esclavo de los republicanos prisioneros, porque: “es muy justo que los presos contribuyesen con su trabajo a la reparación de los daños a que contribuyeron con su cooperación a la rebelión marxista” según sugería el jesuita José Agustín Pérez del Pulgar. Allí junto a Franco se encuentra el líder falangista José Antonio Primo de Rivera, otra figura mítica de la contrarrevolución cuyos restos no serán removidos.
No está demás decir que la remoción de los restos de Franco ordenada por el socialista Pedro Sánchez, no busca poner fin a la herencia franquista sino "ganar las elecciones (anticipadas o no) en base a gestos que le ayuden a diferenciarse del PP y Ciudadanos al tiempo que gestiona los presupuestos aprobados por el finado político Mariano Rajoy. Ese es el motivo por el cual el PSOE sacará a Franco de su mausoleo, tan solo cuarenta años después" según denuncian nuestros camaradas de La Izquierda Diario del Estado Español.
Sin embargo, hasta esta actitud oportunista y tan timorata de los socialistas españoles escandaliza a los editorialistas del diario " La Nación" quienes reivindican que la impunidad de los crímenes del franquismo y su continuidad en el aparato de estado "ha sido un ejemplo para esta Argentina que todavía no sabe sincerarse ni siquiera sobre el número de bajas que hubo en realidad en la guerra sucia de los años setenta y que mucho menos ha sabido poner en pie de igualdad ante la ley a quienes apelaron, desde los caminos contrapuestos de la subversión y la represión consiguiente, a un mismo terrorismo deleznable".
 La "tribuna de doctrina" mitrista vuelve a insistir con el negacionismo del genocidio matizada con una apelación a la teoría de los dos demonios. Recordemos que La Nación fue abanderada de la "reconciliación nacional" y que insiste con la misma linea desde que Cambiemos intentó el 2x1 a los criminales de lesa humanidad y comenzó su campaña mediática diciendo que los desaparecidos no eran 30 mil.
En el éxtasis de su lamento la editorial La Nación instala la idea de que el franquismo y la dictadura genocida argentina fueron, a pesar de su carácter totalitario, una salvación frente a la amenaza revolucionaria de la clase obrera: "El gobierno de Franco constituyó una dictadura, como lo fue también la del gobierno militar argentino de 1976. ¿Pero habría sido mejor para España un gobierno dominado por los comunistas y en la Argentina otro, con los cabecillas de organizaciones terroristas y de la llamada "juventud maravillosa" en el poder? Son preguntas sensibles e incómodas".
 En otras palabras el genocidio es, para el diario mitrista, la versión oligárquica del mal menor.
La autoproclamada tribuna de doctrina de la oligarquía argentina, que ejerce de vocera de Cambiemos y la derecha argentina en el poder, hace gala de un anticomunismo visceral y deja ver sus posturas más reaccionarias con respecto a los genocidios contra el pueblo trabajador. Su reclamo de impunidad para los genocidas es una muestra de solidaridad de clase de la familia Mitre y los accionistas de La Nación hacia quienes le entregaron la propiedad de Papel Prensa arrancada a los Graiver en una mesa de tortura.
La posición de La Nación no es casual y es la cobertura ideológica que acompaña a las políticas represivas de Cambiemos que ya se ha cobrado la vida de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel en manos de la represión, que enarbola la doctrina Chocobar y ha aprobado la intervención de las Fuerzas Armadas en la seguridad interior.
FUENTE : La Izquierda Diario.

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