En el fallo que se lee en el Tribunal, resultaron condenados Mario Daniel Arrú y Alejandro Domingo D’Agostino, los pilotos que llevaron a las monjas francesas y a los demás secuestrados en el operativo en la Iglesia de la Santa Cruz.
Una de las características del gigantesco juicio conocido como Esma III, una megacusa que tuvo cinco años de audiencia, es el hecho de que se sentaron en el banquillo pilotos que participaron de los vuelos de la muerte.
La siniestra forma de exterminio, cuya existencia confirmó Adolfo Scillingo en 1995, tuvo hoy condenas en las figuras de dos pilotos.
Se trata de Mario Daniel Arrú y Alejandro Domingo D’Agostino, que recibieron condenas a perpetua. Ambos, junto a Enrique José De Saint Georges, tripularon los aviones desde los que se arrojaban prisioneros de la Armada al Río de la Plata.
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