Mi padre...
Tanto tiempo pasó desde tu partida.
Tantos momentos.
Tantas alegrías, tantas emociones, tantos desgarros.
Tantas alegrías, tantas emociones, tantos desgarros.
Y los pasos se acostumbraron a seguir andando
con tu ausencia a cuestas.Pesó mucho tu ausencia.
Pesa todavía.
Te fuiste a destiempo . Sin despedirte.
Mi asombro adolescente no pudo asimilar
aquel día de marzo en el que se apagó tu mirada.
Un día de irreverente sol estallando en un cielo sin nubes.
Me parecía inconcebible que la muerte te hubiese arrebatado .
Imposible asimilarlo.
La andadura fue larga y a veces escarpada.
En cada logro y en cada tropezón buscaba tu presencia .
Pero no estabas.
Acudía a mi memoria tu figura apostada en aquella esquina
esperando mi regreso cuando volvía al atardecer de las clases de Inglés.
Tantas veces he echado de menos la sombra de tu boina .
Ninguna boina tuvo la misma calidez ,
el mismo porte ,
el insustituible designio que tenía la tuya.
Freud dice que " no hay peor padre que el que se muere..."
Pero Freud no sabía que en los pocos años que compartimos
dejaste huellas que jamás me abandonaron.
Tiempo me llevó descifrar tus palabras escasas pero certeras,
tus silencios largos
tus silencios largos
pero elocuentes,
tus miradas limpias y firmes.
Tu obrar sin oropeles ni hipocresía sellado de humanidad.
Fui feliz en aquella infancia en la que había carencias materiales pero sobraban libros,
música, poemas en la enorme biblioteca ordenada por tus manos
Libros que , cierta vez dijiste, que no tenía edad para leer como " Entre naranjos" de Blasco Ibánez .
Y que leí a escondidas.
El revoloteo de tus manos desenfundando de los bolsillos de la gabardina
El revoloteo de tus manos desenfundando de los bolsillos de la gabardina
periódicos y lapiceras .
"Sin delirios de grandeza" ... decías.
Aún percibo el aroma del nisperal y de los tilos.
El olor del pasto que segabas inclinando la esbeltez de tu cuerpo
al compás de un movimiento
con armonía de violines.
En cuarto año me saqué un cuatro en Geografía.
Era el primer cuatro y el profe me interpeló mal.
No me interesaba la materia ni la nota ni el profesor.
Debí decirle que no me importaba nada porque tú no estabas.
- Murió mi padre, señor- Murió mi padre.
Callé.No lo dije.
Era mi dolor . Y era mi bronca.
Era mi dolor . Y era mi bronca.
Y era mi pérdida y mi tristeza . Y mi rebeldía escondida.
Y la desesperada sensación de no entender cómo el mundo podía seguir
andando ignorando tu ausencia.
Ahora que podría suplir las viejas carencias materiales , hoy que podría agasajarte con
lo que te apeteciera ... no estás.
Pero lo que más duele es que no tuve tiempo para despedirte.
Que no pude compartir contigo
sueños que se hicieron realidad,
acopio de madera noble, sembrada y recogida ,que lleva
tu esencia.
Duele saber que no entendí entonces el fulgor de tus ojos
estrujando la añoranza .
Duele saber que no entendí entonces el fulgor de tus ojos
estrujando la añoranza .
Que no te dije lo mucho que te amaba.
Sin embargo ... sé que sabías lo mucho que te necesitaba .
Lo difícil que sería transitar el vivir sin tu contención.
Lo mucho que te sigo echando de menos.
Lo que te seguiré necesitando el resto de camino
que me quede por andar.
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