20/7/16

"Pacto ético."


"Los paraísos fiscales se constituyen en uno de los peores enemigos de nuestras democracias por lo que significan, en cuanto a evasión fiscal, ocultamiento de transacciones, fomento del crimen organizado e, incluso, apoyo al terrorismo.
En estos regímenes todo es oscuro, permitiendo ocultar datos, nombres de los verdaderos titulares de cuentas y toda la información de las operaciones financieras que en ellos o a través de ellos se realicen.


A esos “paraísos” no llevan su dinero los obreros, los campesinos, los trabajadores, los maestros, los médicos, ni miles de pequeños y medianos empresarios y emprendedores que confían en su país y que a diario construyen el futuro de sus familias y de la nación entera.

 A esos lugares acuden quienes buscan evadir su responsabilidad, no pagar impuestos u ocultar el origen de su riqueza –incluso a veces ilícito- empleando sofisticados métodos de empresas de papel y con el asesoramiento de grandes firmas de abogados y expertos tributarios.
 Todo esto no sólo genera corrupción, sino que también ahonda la desigualdad y las diferencias sociales.
Aunque la evasión y elusión fiscal perjudica a todos los países, en proporción, los países pobres son los más perjudicados. 


En Latinoamérica, 32 millones de personas podrían salir de la pobreza si los capitales escondidos en paraísos fiscales pagaran el impuesto sobre la renta que les corresponde.
En nuestro país, en los años 2014 y 2015, salieron a esos paraísos 3.379 millones de dólares, cantidad equivalente a reconstruir íntegramente las zonas afectadas por el terremoto de abril pasado.


Sacar la riqueza de donde se generó y en donde se necesita tanto, es decir, su propio país, es sencillamente inmoral.

 Sostener, como dicen algunos, que “yo puedo hacer con mi plata lo que me da la gana”, demuestra una total falta de ética y compromiso con la patria.
La lucha contra los paraísos fiscales debe trascender toda ideología. "

Rafael Correa.

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