Conocí en Madrid al sacerdote José Baylo.
Había salido de la cárcel hacía poco tiempo.
Siendo capellán, un tribunal militar lo acusó y condenó, en 1962, por «mantener contactos con elementos del Partido Comunista». Se trataba de un «delito» eclesiástico, no militar ni civil: hay cánones y textos pontificios que condenan las relaciones con los marxistas. Baylo sufrió, pues, las consecuencias de un proceso eclesiástico sin haber pasado por él. Durante su larga detención, la Iglesia lo abandonó: fueron inútiles las cartas a los obispos, las reclamaciones, todos los propósitos de comunicación con la jerarquía. Sus propios colegas le hicieron el vacío : cuando le pidió a un capellán que sacara del cuartel unas líneas dirigidas a un abogado eclesiástico, el sacerdote le dijo que él era capellán y no cartero.
El de Baylo fue un claro caso de cobardía colectiva de la Iglesia, todavía presa del pánico a la contaminación marxista, funcionando todavía dentro de los esquemas que la han convertido en una empresa de venta de entradas al Cielo.
Hay en Madrid cincuenta mil niños sin escuela por falta de locales, pero se organizan campañas para levantar 186 nuevas Iglesias. Para inscribir a un niño en las escuelas españolas, se requiere el certificado de vacunación, pero también el de bautismo; en los pueblos, son los curas quienes expiden los certificados de buena conducta. Si un hombre y una mujer quieren casarse sin ceremonia religiosa, deben abjurar públicamente de la fe católica: quien no está casado por la Iglesia es soltero porque así lo han decidido las leyes y la moral pública.
La «España negra», el imperio de curas, militares y señoritos, no es un invento.
No por casualidad el régimen difundió, en los días del referéndum, papeletas sin pie de imprenta aconsejando votar «sí». Y sin embargo, dentro de esta misma Iglesia cuya jerarquía había decidido que el aplastamiento de la República era la última Cruzada de la Edad Media, surgen las más estridentes voces de protesta contra sus propios privilegios y las injusticias del régimen.
Eduardo Galeano
Fuente :Cuadernos de Ruedo ibérico nº 10, diciembre-enero 1967.Galeano.
Fuente :Cuadernos de Ruedo ibérico nº 10, diciembre-enero 1967.Galeano.
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