Román. Va por ti.

Estuviste con nosotros.

Todo el tiempo.

Sé que estuviste.

En la mirada emocionada de Alejo que reflejaba el color de tu mirada.

Tu lucha no fue en vano. 

Estamos en el sitio en el que tú hubieses elegido  estar.

Abrazando el sentido de lo que ésto representa te abrazamos a ti.

Recordántote...

 Tan vivo en en este remolino de emociones.

Asombrosa  mezcla de sensaciones la de este catorce de abril .

 El ayer y el hoy tan distantes...Y tan cercanos...

Uniéndonos.

Hubiese querido tropezar con el calor de tu mano sosteniendo la tricolor.

Siento que , de alguna manera, la sostuvimos juntos.

Sentirte de esta manera es rescatarte del olvido .

Es la manera que tenemos de rendirte homenaje, viejo querido.

Somos tus hijos, Román.

 Aquéllos a los que les transmitiste las convicciones del abuelo rojo.

Aquéllos que te escuchaban recitar los poemas que luego  aprendimos de memoria.

Aquéllos que incorporaron que las raíces y las alas son imprescindibles.

Porque tú eras uno de los imprescindibles.

Aquéllos que entendieron que los principios no se negocian.
Que los delirios de grandeza son patrimonio de mediocres.

Que la historia se escribe con la altura moral de la verdad.
Que los sueños y la utopía  no caducan.

Estuviste.

Estamos.

Estás.