León Felipe no ocultó el desastre en que la Guerra Civil sumió a España.
Narra en sus poemas los horrores del conflicto, que parecen testimonios de periodista:
Narra en sus poemas los horrores del conflicto, que parecen testimonios de periodista:
"He visto a un niño con la cabeza rota y doblada sobre un velocípedo,
en una plaza
solitaria,
cuando todos habían huido a los refugios.
El 18 de noviembre,
sólo en un sótano de cadáveres,
conté trescientos niños
muertos..."
Su voz comprometida es un clamor:
"¿Por qué habéis dicho todos
que en España hay dos bandos,
si aquí no hay más que polvo?
En España no hay bandos,
en esta tierra no hay bandos,
en esta tierra maldita no hay bandos.
No hay nada más que un hacha amarilla
que ha afilado el rencor.
Un hacha que cae siempre
siempre,
siempre,
implacable y sin descanso
sobre cualquier humilde ligazón:
sobre dos plegarias que se funden,
sobre dos herramientas que se enlazan,
sobre dos manos que se estrechan.
Aquí no hay más que polvo
polvo y un hacha antigua
indestructible y destructora,
que se volvió y se vuelve
contra tu misma carne
cuando te cercan los raposos."
León Felipe
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