16/6/14

¿Y cuando no había crisis? ¿ A nadie le importaban los muertos de las fosas?

Memoria histórica
Demasiados años de impunidad
100320_MEMORIAL A LOS FALLECIDOS DEL POZO DEL OLVIDO_154.JPG

Se hacen muchas interpretaciones sobre que se dé dinero público para éstos fines, hay muchos que no entienden que en tiempo de crisis se presupueste dinero para esto ¿Qué opinan desde la asociación al respecto?
¿Y quién me ha dado de comer a mi en 77 años?, ¿quién me quitó a mí los estudios? Yo sé que hay crisis pero, ¿y cuándo no había crisis? Nadie fue capaz de venir a nosotros y aportar veinte duros para la causa. A nadie se le dio una pensión por ello, lo que hacían era poner en busca y captura a los que ya se habían llevado. Como no estaban porque los habían matado no se presentaban a las citaciones y esto acarreaba multas. Las madres y esposas vieron como se les embargaba lo poco que tenían porque sus familiares no se presentaban a declarar ¿cómo?, pero si estaban todos muertos, los habían matado ellos. Setenta y siete años he estado yo tragándome esto, y muchos que están como yo. Hemos pasado mucho, nos han discriminado, no nos han dejado estudiar, nada. Yo no tengo rencor alguno aunque sí te digo que yo a esas personas no las perdono, yo no. A esa gente que se excusa en la crisis les digo que la crisis la he pasado yo durante 75 años, buscando a mi padre. Es verdad que cuando dijimos por primera vez que queríamos abrir las fosas se creó una gran conmoción, nosotros nos atrevimos y al principio no se nos hizo mucho caso. Había gente que tenía miedo a que delatáramos a los represores pero esa nunca fue nuestra intención. Yo he convivido con ellos, he ido al colegio con sus nietos y también hemos jugado y nos hemos sentado a comer en la misma mesa. Ese miedo a la delación ya ha ido menguando y ahora son muchas las personas que vienen a nosotros a mostrar su apoyo y a instarnos a seguir en la lucha y eso siempre es de agradecer.
La Ley de transición que hizo tabla rasa con todo fue aprobada tras el fin de la dictadura en 1977 por Adolfo Suárez, el mismo presidente que ha fallecido recientemente.
Adolfo Suárez fue el que le puso el cascabel al gato para saber dónde estaba. Suárez fue un puntal para España, estábamos en una dictadura y supo reunir a todos los partidos y sentarse en la mesa para cambiar todo y seguir adelante. La transición y la ley de amnistía fueron muy básicas pero en aquellos momentos sensibles eran lo más fácil pero después sí que se pudo hacer más. Felipe González estuvo doce años en el poder y podía haber hecho algo, no pido mucho pero podía haber cerrado esa herida que estaba sangrando. El único torniquete que le han puesto hasta ahora tuvo que llegar de la mano de Zapatero. Es verdad que la ley que aprobó se hizo a la carrera y de cara a la galería, no se ha profundizado cómo tiene que hacerse y nosotros seguimos presionando. La ley fue muy 'light' y desde su aprobación tuvimos que empezar a reclamar, nosotros, las asociaciones, los escritores y los artistas.
Toda una vida en la lucha
Pino Sosa Sosa nació el 25 de enero de 1937 en Arucas. Tan sólo unos meses antes se había producido la sublevación militar que desencadenaría en la caída de la II República Española y en el inicio de una Guerra Civil que duraría hasta 1939. Pino era la más pequeña de tres hermanos, vivían en una modesta casa en el barrio de Las Chorreras con su madre, Balbina Sosa; y su padre, José Sosa. Él se dedicaba a la orfebrería artesanal. Diseñaba y reparaba todo tipo de artilugios de metal que luego vendía por los pueblos de la isla los fines de semana. No era un trabajo sencillo y para poder alimentar a toda la familia debía dedicarse por completo a ello de sol a sol. No le interesaba la política como tal, pero si tenía inquietudes, quería que las condiciones laborales mejoraran. Por ello se hizo miembro de la entonces recién creada Agrupación Socialista de Las Chorreras, tan sólo con el sano propósito de conseguir mejoras en el trabajo. Poco después esta agrupación pasaría a formar parte del Frente Popular.
El padre de Pino no estaba en casa cuando ella nació. Entre octubre y noviembre del año anterior, 1936, habían venido a llevárselo. Lo enviaron a un campo de concentración en la capital de la isla donde recibían continuas palizas y chantajes para que hablaran y así, delataran al resto de los socialistas de la agrupación y del municipio. Tras el golpe militar, Arucas quedó bajo el control del bando nacional. El entonces alcalde socialista, Juan Doreste Casanova, que había desalojado a la derecha caciquil y terrateniente de Arucas tras la victoria del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, fue encarcelado e inhabilitado para el ejercicio profesional. Fue condenado a pena capital que después pudo ser conmutada por pena de cadena perpetua.

El 19 de marzo sacaron al padre de Pino de la casa y ya nunca más volverían a verlo. Su madre lo sabía muerto pero no por ello cesaba su empeño de encontrarlo. A Pino nunca le contaron nada directamente, le contestaban de forma escueta cuando ella preguntaba por el paradero de su padre. Así fue como poco a poco creció la curiosidad dentro de ella desde pequeña, una curiosidad que le ha llevado a remover cielo y tierra para poder encontrar a su padre y darle una sepultura digna.
En abril de 2003 se crea la Asociación por la Memoria Histórica de Arucas, la primera que surge en toda Canarias, de la que Pino es portavoz y su primera presidenta. La base asociativa con la que cuenta está formada mayoritariamente por familiares, vecinos y simpatizantes de las víctimas. Sus principales objetivos desde el inicio han sido la recuperación de la memoria histórica de las víctimas, la exhumación de los restos de los desaparecidos al tiempo que propiciar justicia y reparación. Antes de constituir la asociación oficialmente realizaron una importante labor de investigación visitando a los familiares de los desaparecidos y también de los que lograron escapar a la barbarie. La mayoría de los entrevistados mostró su apoyo a la labor que estaban realizando y donaron generosamente sus memorias. Se recogieron entonces más de 300 firmas que se presentaron en el Ayuntamiento de Arucas solicitando la apertura de los pozos y la exhumación de los restos humanos de los hombres que fueron asesinados y arrojados a dichas fosas durante la etapa franquista. A través de la asociación se han organizado diferentes jornadas informativas, exposiciones, visitas a centros escolares así como homenajes a las víctimas. En uno de los pozos del municipio han conseguido instalar una placa conmemorativa por los que allí fueron arrojados. Gracias a la asociación también pudieron acudir al Congreso de los Diputados a presenciar en directo como se aprobaba la Ley de Memoria Histórica que tanto anhelaban. Posteriormente a su aprobación formaron parte del grupo de reivindicación que solicitaba una norma más contundente que la inicialmente aprobada.
Vista del fondo del Pozo del Llano de las Brujas.
Vista del fondo del Pozo del Llano de las Brujas.

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