Tú y yo muchacha
estamos hechos de nubes
Pero ¿quién nos ata?
Dame la mano
y vamos a sentarnos
bajo cualquier estatua,
que es tiempo de vivir
y de soñar y de creer
que tiene que llover
a cántaros.
Estamos amasados con libertad,
muchacha
Pero ¿quién nos ata?
Ellos seguirán dormidos
en sus cuentas corrientes
de seguridad.
Planearán vender la vida
y la muerte y la paz,
¿le pongo diez metros, en
cómodos plazos, de felicidad?
Pero tú y yo sabemos que hay
señales que anuncian
que la siesta se acaba
y que una lluvia fuerte
sin bioenzimas, claro,
limpiará nuestra casa.
estamos hechos de nubes
Pero ¿quién nos ata?
Dame la mano
y vamos a sentarnos
bajo cualquier estatua,
que es tiempo de vivir
y de soñar y de creer
que tiene que llover
a cántaros.
Estamos amasados con libertad,
muchacha
Pero ¿quién nos ata?
Ellos seguirán dormidos
en sus cuentas corrientes
de seguridad.
Planearán vender la vida
y la muerte y la paz,
¿le pongo diez metros, en
cómodos plazos, de felicidad?
Pero tú y yo sabemos que hay
señales que anuncian
que la siesta se acaba
y que una lluvia fuerte
sin bioenzimas, claro,
limpiará nuestra casa.
Hay que doler de la vida
hasta creer
que tiene que llover
¡A cántaros!.
Pablo Guerrero
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