4/12/13

Crisis humanitaria

 "Todas las sangres son iguales."
Eduardo Galeano

Amnistía Internacional sostiene que el mundo se vuelve cada vez más peligroso para las personas refugiadas y migrantes porque los países, de origen, tránsito y destino, se vuelven inhospitalarios. Sea porque expulsan a sus propios ciudadanos a causa de la miseria, el conflicto armado, la violencia generalizada. Sea porque son indiferentes ante los abusos o las crisis humanitarias que afrontan los migrantes que transitan en sus territorios. Sea porque cierran sus fronteras o vuelven cada vez más difícil el ingreso por tierra o mar de los migrantes a sus territorios.

La inhospitalidad tiene varios nombres: expulsión sin respetar el debido proceso, indiferencia, cierre de fronteras, centros de detención administrativa para migrantes que se convierten en cárceles.

Mientras que el libre mercado tiene sus defensores que abogan con vehemencia por la apertura de las fronteras a las mercancías, la libre circulación de las personas se presenta cada vez más como una utopía de algunos soñadores.

Pero ante tantas muertes de migrantes en desiertos, mares, fronteras y a manos del crimen organizado, se evidencia que la hospitalidad no es sólo una alternativa, sino una exigencia ética y humana para evitar estas tragedias que han enlutado nuestro mundo en este año 2013.

Wooldy Edson Louidor  (Coordinador regional de comunicación del SJR LAC).


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