Rescatar la memoria.

Rescatar la memoria.

12/6/17

SOBRE LA BAJA DE IMPUTABILIDAD. APSA. - Asociación de Psiquiatras Argentinos



Sobre la baja en la edad de punibilidad
En relación con las propuestas de reforma del régimen penal, teniendo en cuenta
 las bases profesionales éticas y técnicas de nuestros asociados, 
APSA considera que se ha planteado un debate público que sostiene
una grave falacia. 
Esto es que enfrenta los derechos de los niños y jóvenes con la seguridad 
de los ciudadanos.
 Bajar la edad para la punibilidad en los jóvenes, instala una "solución"
 que presupone que el castigo y la exclusión social a más temprana edad
 resolverían la delincuencia y la inseguridad de la ciudadanía.
 Esta medida no considera la multicausalidad de esta modalidad delictiva,
 enfocando como solución bajar la edad, tanto para castigar como para excluir.
A partir de las opiniones vertidas en las consultas realizadas a los capítulos
 de las distintas subespecialidades del quehacer psiquiátrico,
 a docentes y académicos miembros de nuestra institución y,
 a integrantes del Observatorio de Psiquiatría y Salud Mental, consideramos que:
1.Es estéril y sin sentido focalizar en un número de años el criterio
 para la punibilidad, debido a los complejos atravesamientos que presenta el tema
 y a la cantidad de variables sociales, culturales, biológicas y psicológicas en juego.

2.La disminución de la edad de punibilidad no se traduciría directamente
 en menor actividad delictiva.

3.No se tiene en cuenta que los niños pueden ser víctimas de adultos
 para la concreción de actos delictivos por estar fuera del rango de punibilidad 
y que se correría entonces el riesgo de que sean "reclutados" más jóvenes.

4.El argumento de rango etario pasible de ser criminalizado obtura estrategias
 de contención e inclusión mediante espacios tendientes a brindar
 oportunidades de cambio, con el agravante de no tender a defender 
los derechos de la niñez y adolescencia.

5.La mayor vulnerabilidad impacta en el neurodesarrollo y la construcción
 cognitiva de los adolescentes produciendo una alteración de sus sistemas
 inhibitorios en formación, que se establecen como respuesta al medio ambiente.

6.A pesar de los avances en las Neurociencias, entre otras cosas
 con los estudios por imágenes, no se determinó con certeza la correlación 
ni implicancia con la capacidad judicativa de los sujetos.

7.Se deben tomar medidas y compromiso de acción a modo de prevención
 secundaria sobre la franja social más vulnerable en niños y adolescentes,
 permitiéndoles el encuentro con sus responsabilidades e interviniendo 
sobre situaciones de: violencia, abuso, consumo de sustancias
 y otros factores precipitantes.

8.Los programas y dispositivos específicos existentes a lo largo del país
 no dan respuesta ni en cantidad ni en calidad al desamparo,
 a la vulnerabilidad social y familiar y a los trastornos específicos
 en la salud mental y en la salud en general
 que pueden presentar los niños y adolescentes expuestos a la violencia social.

9.Es esencial que el Estado fortalezca las políticas públicas
 que aseguren medidas alternativas a la privación de la libertad
 porque los derechos de los niños y adolescentes se han vulnerado
 previamente al no tener un sistema de protección presente
 con anterioridad a poder cometer un delito.
 En este sentido es perentorio el diseño e implementación
 de estrategias educativas y de inclusión social.

10.Entendemos que tanto en términos de protección de derechos
 como de seguridad resulta de mayor utilidad el acompañamiento
 y el trabajo sobre la concientización de conductas, creencias, valores
 y responsabilidades que las penas restrictivas de la libertad.

Por todo lo expuesto esta asociación sostiene que no acordar
 con la baja en la edad de punibilidad no implica desentenderse de los casos
 en los que los niños o adolescentes cometen actos violentos
 donde se ponen en riesgo y exponen a los demás.
 El tema deberá ser tratado con un verdadero y enérgico compromiso
 del Estado a través de Instituciones responsables en los diversos ámbitos.
 Esto implica proteger y acompañar a las familias más vulnerables.
 La educación y el cuidado de la salud deben tener un lugar protagónico
 atendiendo en forma altamente especializada a los niños 
que se encuentran en esta situación, teniendo en cuenta 
las Garantías y Derechos de esta población.
 Entendemos que así se guarda el debido respeto
 a los Derechos del Niño y, a los Tratados Internacionales a los cuales nuestro país adhiere.
Comisión Directiva

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