Rescatar la memoria.

Rescatar la memoria.

8/6/17

Crónica de Enrique González Tuñón.


“A fin de cuentas, ¿Qué es un hombre honesto? Un fabricante que explota a cientos de obreros,
 paga impuestos cuando no puede eludirlos con una coima,
 cumple con las reglamentaciones legales,
 engorda, 
cohabita con libreta de registro civil, 
educa a sus hijos en la misma escuela,
 come con voluptuosidad animal, 
ocupa su butaca en el teatro, 
se deleita con la música empalagosa,
 eructa y se duerme pacíficamente, es un hombre honesto.
El empleado que acepta su situación de súbdito, escala puestos, 
es el perfecto alcahuete del amo,
 vende a sus compañeros por mucho menos de treinta dineros,
 obedece el horario,
 goza su licencia,
 fabrica hijos y se pavonea con la mujer preñada, 
es un hombre honesto y, además, un hombre que mira por su porvenir.
 El funcionario que usufructúa una posición holgada conquistada horizontalmente por su cónyuge,
 el canalla político que alienta encomiásticas aspiraciones de inmortalidad, son señores honestos.
Estoy harto de la honestidad.
 Harto de las personas honestas.
 Asqueado de la mediocridad con dos patas (...)
¿Para qué quiero cien años de vida normal?
 La rabia se transforma en lástima y compadezco a esas pobres criaturas normales
 que quedan bien con todo el mundo. 
Con la ley y con Dios.
No tengo un cobre.
 No tengo honestidad.
 La he regalado al mundo”.

Enrique González Tuñón 
- 1901 - 1943 -
De:“Camas desde un peso”


 Enrique González Tuñón plasmó su sensibilidad narrativa en crónicas memorables que muestran la irritante desigualdad y el contraste entre las clases sociales adineradas y dominantes respecto de los proletarios que habitaban los míseros conventillos.
Relata las desventuras de los jornaleros que alquilaban por horas un lecho para su descanso,
 hombres que para comer un plato cada día debían concurrir después de largas jornadas de trabajo a un fondín al que Enrique bautizó :“El puchero misterioso”.
 El misterio era el contenido de los ingredientes de las ollas del establecimiento, regenteado por un inmigrante hispano de mal talante.

No hay comentarios.: